Creen en eso de que hay gente que con un día les basta para cambiarte la percepción de las cosas?
Que con una simple y sin mas banalidades plática te puede direccionar el rumbo?
Soy seguidora de emociones,
Mil veces tachada como impulsiva y descontrolada,
Pero con toda seguridad y certeza considero que ahora estoy en lo correcto.
Sin saber a ciencia cierta su nombre,
guiada solo por el apodo
el inicio de la plática fue de lo más fortuito.
Sólo dos oriundos sin mucho que hacer que se entregaron a la amenidad de las circunstancias y la evolución del momento.
De pasar de la imperiosa introducción,
Estilos de vida, carrera y demás trivialidades,
Arribamos a los sueños, esperanzas e ideologías.
Sin mas ni menos, develábamos nuestros grandes anhelos
siendo los ojos vehículos de palabras no muchas veces pronunciadas.
Microfinanzas. Confesé mi más añorada palabra,
Mientras aseguraba que mi pasión por tal podría resultar abrumadora.
No le importó, sus oídos atentos no hicieron más que seguir la línea
de las palabras que corrían cual liebres por el aire de la noche.
Sin esperarlo ni premeditarlo, sentados en un sillón blanco aperlado
Relataba la sucesión del triunfo y derrota de uno de sus sueños,
Mas nunca se declaró por vencido, más bien un periodo de retomar fuerzas.
Pudiera sonar vanidoso, pero como muy poca veces, no me importaba sólo escuchar.
Reía porque aseguraba que nunca había hablado tanto,
mientras señalaba un dolor en su cuerdas vocales (jaja)
pero sin la intención de terminar la plática por
esa pequeña eventualidad.
Silenciosamente acordamos no compartir mayor información,
Sabiendo que pudiésemos no volver a vernos, no nos importó,
y es por eso que me gustó,
porque éramos sencillamente sólo dos personas alejándonos de nuestros problemas por un momento y nos dedicamos a platicar sin las irrupciones de querer atraer o embonar,
liberando las fugacidades de una vida que nos mantiene siempre a la guardía.